Antonio Fourzan 

Esta colaboración la escribí hace tres años, con el ánimo de coadyuvar a que la administración municipal entrante,  brindara una buena atención a los ciudadanos en su día a día, sin embargo, no fue de utilidad. Ahora, con una nueva administración iniciando, vuelvo a insistir en coadyuvar, en el entendido de que las autoridades municipales tienen un escenario complejo en la atención de la problemática de la ciudad, cuyos rubros principales generalmente son: inseguridad, ambulantaje, contaminación del medio ambiente, basura, movilidad, etc. y las demandas de los ciudadanos, tales como: pavimentación, agua potable, iluminación, entre otras, provocan que la autoridad municipal  entre en una dinámica en la que lo urgente avasalla lo importante, en consecuencia, no se detienen a pensar cómo atender al ciudadano en la interacción que tiene con la ciudad y con las autoridades municipales en su día a día, por lo que dicha relación pocas veces deja un buen sabor de boca y la mayoría de las ocasiones es un vía crucis.    

Por ello, esta colaboración tiene el objetivo de focalizar ese contacto cotidiano del ciudadano con su ciudad y las autoridades, que son la primera trinchera para la solución de sus necesidades y problemas. Para lo cual, lo primero es tomar en cuenta que  el ciudadano pasa gran parte de su tiempo en la calle, ya sea que circule en vehículo propio o en transporte público o incluso que camine, también hay que considerar que por lo general el tiempo es un factor de presión, ya que en la cultura del mexicano, la puntualidad y la previsión no son nuestro fuerte, en consecuencia, siempre vamos con prisa, entonces uno se encomienda a su santo de preferencia para que no haya tráfico y mucho menos marchas y bloqueos, por lo que una vialidad en la que se circule con fluidez se agradece, aquí el primer consejo: sincronizar los semáforos, es una acción que tiene muchos beneficios, permite rapidez en los recorridos, reduce el tráfico y la contaminación, ya que los vehículos contaminan más al desplazarse con lentitud y al detenerse continuamente, además se reduce el estrés; de manera complementaria, el segundo consejo también tiene que ver con la circulación en las calles y es tapar los baches, lo cual no es un asunto menor, ya que pueden ocasionar un daño al vehículo, que por cierto, cada vez los hacen más frágiles, o ser causa de accidentes por tratar de esquivarlos. Este tema cobra mayor importancia en la época de lluvias, ya que cuando están cubiertos de agua no se puede ver la profundidad del bache y si esta hondo las consecuencias pueden ser desastrosas. El tercer consejo que tiene que ver con la vialidad, se aplica cuando hay bloqueos o marchas: que asignen personal de tránsito municipal para que avisen calles adelante del problema en la vialidad, a fin de evitar llegar al punto de bloqueo y luego tener que regresar, así como también, para que ayuden a agilizar el tráfico y asesorar  sobre vías alternas. Finalmente, el cuarto consejo para dejar el tema de las calles, se refiere al transporte público, hay que sacar de circulación a los cafres del volante, habrá que acordar con los concesionarios que todos los choferes del transporte urbano tomen cursos de capacitación, que puede dar el propio municipio, para que manejen correctamente y sean amables con el pasaje, evitando así las paradas a media calle o en doble fila, o que vayan echando carreras o que empiecen a caminar cuando aún está bajando el pasaje, entre otras prácticas indeseables. En lo que respecta a los automovilistas,  hay que seguir impulsando la cultura del 1X1, evitar estacionarse en doble fila y no intentar pasar un crucero, sabiendo que hay la posibilidad de quedarse a la mitad. Con estas sencillas medidas, que salvo tapar baches, prácticamente no representan costos, sin duda todos seremos más felices en las calles y el impacto en la aprobación de las autoridades municipales será muy alto, en proporción a lo que implica implementarlas.  

Consejo número cinco, operar de manera eficiente los servicios públicos, por ejemplo, procurar que los camiones recolectores de basura recorran su ruta con días y horarios preestablecidos, de manera que los usuarios puedan organizarse para tirar su basura y no tengan que estar “cachando” al camión para poder hacerlo. Consejo número seis, dar a conocer, por todos los medios a su alcance, los requisitos que hay que cubrir para cada uno de los trámites a realizar.  Es típico que cuando llegas a la ventanilla, después de formarte al menos media hora, por más previsor que uno sea, ocurre que faltan copias o documentos, lo cual implica perder tiempo y hacer corajes, situación que se puede evitar dando a conocer los requisitos, que pueden estar impresos en un plotter, colocado en un lugar visible para que el ciudadano los cheque antes de formarse.  

Consejo siete, brindar una atención ágil y amable a los ciudadanos en todas las oficinas del gobierno municipal y de una vez el consejo ocho, que el personal que este asignado a áreas de atención al público esté capacitado para orientar al ciudadano. Estos dos consejos son muy sencillos de implementar, porque basta una breve capacitación para lograr una gran diferencia en el trato directo, cuando uno es recibido con una sonrisa y una frase amable: “en qué puedo ayudarle”, y despedido con “fue un gusto atenderle” además desde luego, de recibir atención eficaz, o, en su caso, información precisa, provoca un estado de ánimo positivo en el usuario, aunque este llegara de malas, hecho que se traduce en una buena imagen de la administración municipal.  

Consejo nueve, establecer precios justos por los servicios públicos, así como por las multas y sanciones, además motivar el pago y si es más pronto mejor, a través de descuentos y también dar todas las facilidades para hacer dicho pago, como pagar en Oxxo, en fin. Va el diez de la mano, ser transparente, no sólo en el manejo y destino de los recursos públicos, sino también, dar a conocer los criterios que se tomaron en cuenta para fijar las cuotas de predial y de recolección de basura, entre otros conceptos. Esta medida es muy importante, principalmente en el tema de las multas y sanciones, el ciudadano debe saber cómo se fijó una multa, por ejemplo de $3,500 por estacionarse en un lugar de discapacitados, (eso era hace 3 años, ahora creo que esta en 20 mil pesos, lo cual es un acto criminal). Sabemos de antemano, que será difícil que todo mundo esté de acuerdo, ya que, cuando se trata de pagar, queremos pagar menos y si se puede, no pagar, sin embargo, con argumentos contundentes la gente lo reconoce y acepta.  

Como ven, la aplicación de estos 10 sencillos consejos no implica costo, solo voluntad política,  compromiso y actitud de servicio, de hecho, son acciones que todo gobierno debiera estar haciendo, porque no son favores o concesiones especiales, es su trabajo, bien hecho.   

antonio.faz2018@gmail.com 

Por Editor