VALOR AGREGADO
Tratando de Explicar Lo Inexplicable
Antonio Fourzan
En las elecciones del 6 de junio ocurrieron situaciones que levantan incógnitas, que habrán de encontrar respuestas por parte de los partidos políticos, si quieren aumentar su votación en las próximas elecciones presidenciales de 2024. Por ejemplo: ¿Cómo explicar que en Guerrero la gente se volcó a apoyar la dinastía de Salgado Macedonio, pese a sus antecedentes de violencia de género y de su lamentable actuación en el Ayuntamiento de Acapulco en la que el crimen organizado se adueñó del puerto turístico?; ¿cómo explicar que la población de Tláhuac en la Ciudad de México le diera su voto a Morena, después de las fallas en la línea 12 del Metro, que incluso llegaron al desplome un tramo en la estación Los Olivos, ocasionando la muerte de 26 personas y más de cien heridos?; ¿cómo explicar que una personalidad emblemática de la 4T, Dolores Padierna, perdiera la Alcaldía de Cuauhtémoc, con todo y el apoyo de las huestes de su esposo el “Sr. de las Ligas”, René Bejarano?; ¿cómo explicar la victoria de Samuel García Senador con licencia de Movimiento Ciudadano, como gobernador de Nuevo León, si desde que manifestaba sus aspiraciones a ser candidato, se había caracterizado por su personalidad superficial y por un escaso conocimiento de la realidad de nuestro país?
Estas preguntas y muchas más, que sin duda habrá en la mente de quienes hacen un ejercicio de reflexión sobre el mensaje que el electorado envió con su voto a los partidos políticos y sus candidatos, serán objeto de incontables documentos elaborados por analistas políticos y medios de comunicación, yo haré lo propio y espero que lo aquí expongo haga sentido a quienes me distinguen con la lectura de mis textos. Me parece que una pregunta que puede dar orden a mis reflexiones es ¿quién ganó? y ¿quién perdió? Ya que he leído que algunos columnistas se apresuraron a enterrar el futuro político de Marcelo Ebrard y de Claudia Sheinbaum, por el desplome de un tramo de la línea 12 del Metro y por la pérdida de Morena de 9 alcaldías en la Ciudad de México, respectivamente, afirmación de la que difiero, así que empezaré diciendo que en mi humilde opinión, el gran ganador fue nuevamente López Obrador, ya que después del pésimo manejo de la pandemia y los errores garrafales en las políticas públicas, empezando por la cancelación del aeropuerto de Texcoco, hasta la reciente compra de la refinería de Deer Park (a fin de no hacer una lista), apenas se llevó un raspón, a nivel nacional, con la perdida de la mayoría calificada (que por cierto, después de las elecciones de 2018 tampoco la tenía y después se la adjudicó, mediante arreglos con sus partidos satélite) y un golpe fuerte ubicado en la Ciudad de México, con la pérdida de 9 de 15 alcaldías, sin embargo, ganó 11 de 15 gubernaturas en juego.
Por otra parte, la gran perdedora fue la oposición PAN-PRI-PRD que ni juntos lograron herir al gigante Morena. Mención aparte el caso de Movimiento Ciudadano que se reafirma en Jalisco y conquista Nuevo León y la alcaldía de Monterrey. Para terminar esta rápida síntesis, diré (a demás con mucho gusto), que el INE refrenda su calidad y profesionalismo como árbitro electoral. Bueno, ahora, como diría Jack “El Destripador” vamos por partes: lo primero a destacar es que la jornada electoral logró despertar el interés de la ciudadanía y se registró una participación sin precedentes para una elección intermedia con aproximadamente 52% del padrón electoral, en anteriores procesos no había llegado ni a la mitad.
Antes de continuar con el análisis, debo advertir a los lectores que las cifras con las que estoy trabajando son preliminares, ya que, mientras escribo, se está realizando el conteo definitivo de los votos, lo que puede ocasionar que haya leves diferencias pero solo en los números, porque las tendencias y los hechos ya están definidos. Dicho esto, voy a dar la votación por partido político: Morena alcanzó el 35%; el PAN, 19%; el PRI, 18%; el PRD, 3.5%. Movimiento Ciudadano, 7.5%; el PVEM, 6% y el PT, 3.5%. En cuanto a los nuevos partidos PES; PRP y FXM no alcanzaron el 3% necesario para lograr su registro. Los votos conseguidos se traducen en número de diputados, en consecuencia, Morena tendrá un máximo de 203; el PAN, 117; el PRI, 75 y el PRD, 21. El PVEM tendrá 48, el PT, 41 y MC, 27. Así las cosas, se puede ver que los “suertudotes” fueron el Partido Verde y el PT, ya que salieron muy beneficiados por su alianza con Morena. Actualmente este partido tiene 253 diputados federales, en la próxima Cámara, que toma posesión en septiembre, en alianza con el Verde y el PT podrá llegar a 292, por eso mencioné que AMLO sólo sufrió un rasguño, incluso en la mañanera del lunes 7 de junio dijo que estaba feliz, feliz, feliz. Sin embargo, para poder hacer cambios constitucionales requiere la mayoría calificada, es decir 332.
En cuanto al golpe asestado por la coalición PAN-PRI-PRD a la 4T en la Ciudad de México hay varias líneas de reflexión, revisemos la que dio el propio Presidente: “en Tláhuac e Iztapalapa vive gente humilde, trabajadora, gente buena que entiende que estas cosas (el desplome de un tramo de la línea 12 del Metro), lamentablemente pasan y por ello votaron a nuestro favor (Morena). El miércoles 9 de junio, agregó a este profundo análisis: “los afectados (por el derrumbe), que usan el Metro cotidianamente, con todo el dolor, con la protesta deciden seguir apoyando la transformación”. Para explicar la pérdida de las 9 alcaldías dijo: “la clase media, los que no viajan en Metro, votaron en contra por la manipulación que hicieron los medios de la desgracia”. Esta cínica interpretación del comportamiento electoral en la Ciudad de México tiene parte de razón, en efecto, la gente humilde es la que vota incondicionalmente por López Obrador y su partido porque entienden que los accidentes pasan, pero lo que esa pobre gente no entiende es el porqué pasan ese tipo de accidentes y no lo entiende, no porque sean tontos, sino porque están marginados, no tienen acceso a información de calidad sobre lo que realmente sucede en el país, son tantas sus carencias y necesidades que lo único que les interesa es que existan programas asistenciales que mitiguen sus penurias y que les digan todos los días que la corrupción ya se acabó y que vamos requetebién. En esta línea de análisis, me parece que se podría considerar el caso del estado de Guerrero, ya que es una de las entidades más marginadas del país. Ahí gana la elección para gobernador la hija de Salgado Macedonio.
Para López Obrador, la clase media, que se informa, que está politizada y participa en los asuntos de interés público es como un niño, que fácilmente se deja manipular por los medios de comunicación, que actúan de mala fe contra su gobierno por estar al servicio de los conservadores, en síntesis, para AMLO el voto de los pobres, la gente buena, es un acto de fe, pese a que todo va mal, resisten y confían en que algún día López Obrador les va a cumplir y los sacará de la pobreza; el voto de la clase media esta manipulado y la clase alta, que vienen siendo los conservadores que se oponen a su gobierno porque ven que se acabaron sus privilegios, en consecuencia, conspiran y votan en contra. En otras palabras, para López Obrador, el voto inteligente del ciudadano bien informado que evalúa el desempeño gubernamental no existe, mucho menos el del ciudadano que reprueba la actuación de un gobierno que se ha caracterizado por la improvisación, la opacidad y los malos resultados. Por eso considero que la pérdida de las 9 alcaldías en la Ciudad de México no es un voto contra Claudia Sheinbaum, sino contra López Obrador, por ello, nada pudieron hacer los operadores políticos de Rene Bejarano para que ganara Dolores Padierna. Aquí la conclusión es que no hay dinero que alcance para comprar una elección, cuando hay un mal gobierno.
Ahora paso a argumentar el porqué considero que la coalición opositora PAN-PRI-PRD es la gran perdedora. Con los incontables y terribles errores del gobierno de la 4T tenían la mesa puesta para asestar un golpe que derrumbara al gobierno de López Obrador, sin embargo, se confiaron, cayeron en la improvisación, no tuvieron la capacidad, ni la visión de actuar con oportunidad para construir un proyecto alternativo, con una narrativa diferente a la que maneja AMLO, cayeron en el juego de los conservadores contra los liberales, los pobres contra los fifís, así el electorado se dividió, pero a diferencia de López Obrador, que aún tiene la capacidad de conectarse con la gente, la coalición no construyó vínculos con el electorado, ni empatía con la gente, vamos, ni siquiera tuvo la capacidad de capitalizar políticamente los errores de la 4T. Adicionalmente a las deficiencias estratégicas señaladas, hay que agregar que gran parte del voto que obtuvo la coalición no representa un voto a favor de sus candidatos (porque proyecto no hubo), sino que más bien fue consecuencia del voto útil, es decir, fue un voto en contra de Morena y sus partidos satélite, o sea que se optó por el mal menor. La sugerencia para cada uno de los partidos que formaron la coalición es que analicen los resultados con humildad, con autocrítica, porque hay elecciones muy pronto: está el plebiscito para la renovación de mandato del Presidente y elecciones para gobernador en varios estados, entonces hay que empezar a trabajar desde ya en subsanar los errores cometidos.
El caso de Movimiento Ciudadano con Samuel García es un tema aparte, algunos analistas afirman que su triunfo en las elecciones para gobernador, después de remontar las preferencias desde el tercer lugar, es resultado de la operación exitosa de las redes sociales, es decir, de una campaña en medios digitales, yo considero que si influyó, pero que no fue el factor determinante, sin embargo, no tengo los elementos para argumentarlo, lo que si queda claro es la caída de la candidata de la coalición “Juntos haremos Historia”, Clara Luz Flores, quien perdió el primer lugar en las preferencias por mentir respecto a su relación con Keith Raniere, líder de la secta NXIVM, vinculada con explotación sexual de mujeres y trata de personas.
Para finalizar un breve comentario sobre los resultados de la elección en Oaxaca, donde Morena ganó 20 de los 25 distritos locales electorales y la mayoría de los principales municipios, incluida la capital del estado. En mi humilde opinión, pese al incansable trabajo del gobernador y de su esposa, los resultados fueron adversos al PRI, partido que gobierna en la entidad, con todo y su alianza con el PAN y el PRD, porque los funcionarios que Alejandro Murat trajo de la Ciudad de México y que ocupan puestos de primer nivel en la administración pública estatal, salvo algunas excepciones, no quieren a Oaxaca y no honran el compromiso de amistad y trabajo con el gobernador, en consecuencia, no abonan para que el gobierno de buenos resultados y se genere empatía con la gente. El gobernador tiene evidencia de las fallas y en vez de darles las gracias, hace enroques. Lo anterior sumado a decisiones equivocadas en la dirigencia del PRI, ubicando a personas sin una trayectoria partidista y la falta de renovación de cuadros políticos en el partido, lo que obliga a reciclar una y otra vez a candidatos, que si bien tienen a su favor experiencia acumulada, también traen tras de sí el desgaste que implica el ejercicio de los cargos públicos que han tenido, estos son los factores, entre otros, que facilitaron la derrota de la coalición.
Como siempre, lo aquí expuesto es una crítica propositiva, que tiene como objetivo poner elementos en la mesa que puedan ser de utilidad a quienes toman las decisiones y también desde luego, dar elementos al ciudadano para que pueda normar su opinión en relación a lo que sucede en nuestro país.
Antonio.faz2018@gmail.com