VALOR AGREGADO
Evitar otra Pandemia
Antonio Fourzan
A la fecha, el color rojo desapareció del mapa epidemiológico del país, sólo tres entidades están en naranja: Chihuahua, Tabasco y Quintana Roo, de las restantes, hay 10 en amarillo y 19 en verde, razón por la cual se valora el regreso a clases presenciales en el ciclo escolar que comienza en agosto. El efecto biológico y psicológico de las vacunas, la eficacia de las medidas preventivas: la distancia de seguridad, el lavado de manos, el gel en lugares públicos, pero, sobre todo, el uso de cubre bocas y supongo que también nos hicimos más fuertes mental e inmunológicamente al virus COVID19 y sus variantes, el hecho es que todos estos factores y otros que sin duda, omito, contribuyeron a la sensible reducción de la hospitalización y fallecimientos. Me da gusto caminar por el Andador Turístico y ver que la vida regresó a las calles, restaurantes y bares, que la economía vuelve a fluir en el marco de la Bella Antequera, sin embargo, hay personas que creen que para que nuestra vida regrese a la “normalidad” el COVID se tiene que ir y eso no va a suceder, llegó para quedarse, por lo que tendremos que aprender a vivir con él; en algún tiempo podremos dejar atrás las medidas preventivas y tal vez nos vacunemos cada año, como con la influenza.
Esto que les voy a comentar a continuación va a sonar muy drástico pero es la verdad: el brote de algún nuevo virus o incluso de dos o más al mismo tiempo, ocasionando enfermedades desconocidas con igual o mayor letalidad y velocidad de propagación que el COVID19 es inevitable, ya que nuestro modo de producción que contamina el planeta, agota los recursos naturales y acaba con las diferentes especies de flora y fauna, además de romper los equilibrios del clima, es un caldo de cultivo para este tipo de amenazas globales y, de igual manera, nuestro estilo de vida, basado en el ego, en la competencia y el consumo, nos hace vulnerables, al descuidar nuestro ser interior, nuestro bienestar general: no dormimos bien, ni nos alimentamos adecuadamente, no hacemos ejercicio, estamos en estrés permanente, en consecuencia, el sistema inmunológico se debilita y somos presa fácil de virus y bacterias; sin embargo, no todo es negativo, también hay que reconocer que nuestro sistema de vida nos permite contar con ciertas ventajas para enfrentar estas amenazas: por ejemplo, el desarrollo científico y tecnológico permitió desarrollar vacunas y llevar millones de dosis al mundo en tiempo record, además la tecnología nos permite estar comunicados en tiempo real y las organizaciones globales ayudan a limitar los daños de la pandemia. A propósito de este punto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) integró un panel de expertos, a fin de elaborar una evaluación de la respuesta sanitaria internacional a la pandemia.
El Panel lleva trabajando 8 meses durante los cuales ha estudiado las respuestas a nivel mundial y regional, así como a nivel nacional, particularmente en los primeros meses de la pandemia. Por otra parte, ha analizado los impactos de gran alcance de la pandemia en la salud y los sistemas de salud y las crisis sociales y económicas ocasionadas. El Panel presentará el informe correspondiente en el marco de la Asamblea Mundial de la Salud a celebrarse del 24 de mayo al 1 de junio del 2021. El objetivo fundamental de este estudio es lograr que se neutralice el riesgo de que el brote de un virus se convierta en una pandemia, para lo cual adelantan algunas propuestas estratégicas con base en el diagnostico general: la respuesta a la crisis de COVID19 fue limitada y desarticulada. Los países con malos resultados tuvieron enfoques descoordinados que devaluaron la ciencia, negaron el impacto potencial de la pandemia, retrasaron la acción integral y permitieron que la desconfianza socavara los esfuerzos. Muchos tenían sistemas de salud con recursos insuficientes y personal sanitario escaso y sin capacitación.
Las propuestas tienen como eje central crear una gobernanza del sistema mundial de salud, empezando por crear un Consejo de Amenazas para la Salud Global, formado por Jefes de Estado y de Gobierno, además, todos los gobiernos nacionales deben actualizar sus planes nacionales de preparación con respecto a las metas y los puntos de referencia que establecerá la OMS en un plazo de 6 meses, asegurando que haya habilidades, logística y financiamiento para hacer frente a futuras crisis de salud. Sobre este punto, es fundamental que los gobiernos entiendan que la preparación para enfrentar la próxima crisis comienza ahora y los trabajos deben ser permanentes, lo cual se traduce en canalizar inversión pública y privada a fortalecer la infraestructura de salud, sin olvidar la cultura preventiva. Finalmente, la OMS establecerá un nuevo sistema mundial de vigilancia, basado en la transparencia total de todas las partes, utilizando herramientas digitales, precisamente para verificar que todos los países que participen en este proyecto, fortalezcan sus sistemas de salud, así como el desarrollo de la investigación y la tecnología, a fin de estar preparados para reaccionar de manera inmediata y contundente.
Sin duda es alentador que haya organismos y personas con la capacidad para desarrollar soluciones ante las terribles amenazas que acechan la vida del hombre en el planeta, pero lamentablemente, sobre este objetivo universal, se anteponen intereses e ideologías de las élites que gobiernan los países, por lo que lo más confiable es cuidarnos a nosotros mismos, para lo cual el único camino es estar en armonía con el Universo.
Antonio.faz2018@gmail.com